«Si sientes demasiado para un solo corazón, compártelo con tus pulmones y respira. Permite que la emoción suba por tu garganta y escale hasta tus ojos para salir al mundo desde ahí. Y si intenta atarse en fuerte nudo, empuja hacia afuera las palabras con una profunda exhalación y, al nominarla, deja que se evapore.
Si sientes demasiado para un solo corazón, busca un oído para verterte, otra piel para abrigarte, una espalda ajena como apoyo; y aférrate a las manos que se tienden para sostenerte cuando comienzas a caer.
Si sientes demasiado para un solo corazón, suma y pon el mío de tu parte para que te cuadren las cuentas. Y también acepta equivocarte, solo para descubrir de ti lo que jamás sabrías de otro modo; y, de vez en cuando, acierta, justamente por el mismo motivo.
Si sientes demasiado para un solo corazón, sal a correr para incrementar tus latidos y purgarlo todo; o ve a recorrer otro cuerpo y toma la fuerza de sus brazos; presta tu vientre a otras carnes e impélete desde unas piernas entrelazadas hasta alcanzar un séptimo cielo.
Si sientes demasiado para un solo corazón, observa tu mundo de colores y pinta; ponle melodía a tu risa, o a tu llanto, y toca. O canta. O baila. O cincela. O interpreta. O poeta».
Poema: O POETA, incluido en ‘Sin mirar atrás: una introspección poética’ (Amazon, 2015), escrito por Alicia Armas ( @dobleapunto 2016 ) |
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